En poco menos de un mes me he visto 3 películas de Mamoru Hosoda, y he de decir que me han encantado. Los que crecimos con "Heidi y Marco", no podemos, (ni queremos) evitar caer de vez en cuando en el cine de animación. Para los que no conozcáis a Hosoda, deciros que muchos le consideran sucesor de Miyazaki. Comenzó en Toei Animation, trabajando en las conocidas series de "Dragon Ball Z" y "Sailor Moon", llegando a dirigir algunos capítulos de "Digimon". El Studio Ghibli, le contacto para ‘El castillo ambulante’ aunque tuvo que abandonar debido a una crisis personal, siendo elegido en su lugar, el maestro Hayao Miyazaki. De regreso a Toei dirigió varios episodios de "Doremi". Pasado un tiempo, MadHouse, el estudio de Maruyama, uno de los grandes productores de anime, le invito a realizar "La chica que saltaba a través del tiempo". En su primer largo reflexiona sobre la amistad, la juventud y el tiempo perdido, a veces me recuerda al delirante "Día de la marmota".
Su facilidad para captar los pequeños detalles de la vida cotidiana y las emociones de sus personajes, así como su fluida animación y diseño colorista, son algunas de las señas de identidad de Hosoda.
Tras realizar un par de animes, fundo su propio estudio (Chizu) y con la ayuda de MadHouse estreno ‘Los niños lobo’ en 2012. Una historia fantástica de superación e integración, sobre una joven que se enamora de un chico que es mitad humano, mitad lobo.
Las dificultades a las que se enfrenta una joven madre para criar sola a sus peculiares hijos.
"El niño y la bestia", su última pelí, (la primera que vi recomendada por nuestro amigo Edu) aborda el tema de la paternidad. Ren es un niño huérfano, enfadado con la vida, que termina por azar en un mundo de fantasía poblado de animales antropomorfos. Es acogido como aprendiz por un luchador-oso que terminara siendo como un padre para el. A través de esta relación, ambos aprenderán a comportarse, respetarse, convivir y luchar por sus metas, estableciendo una fuerte relación.
"El niño y la bestia", muy recomendable para dar que pensar a los que sois de carácter peleón.
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