Andy Riley ha encontrado un nuevo objetivo al que hacer blanco de su peculiar sentido del humor: los inventores. En este libro encontrareis ingeniosas formas de cómo sustituir al dentista uno mismo, sistemas para evitar los atascos de tráfico, trampas para gilipollas o un autorrecogedor de caca para perros. Las ilustraciones están totalmente vinculadas con los títulos de los inventos que presenta este divertido autor.
Si instalamos una de estas en cada ciudad nos quedamos solos!
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