Hace unos días vi una película que mostraba perfectamente como nos perturban los asuntos del corazón. "Las afinidades electivas" esta basada en una novela de Goethe y a mi juicio los hermanos Paolo y Vittorio Taviani hicieron un gran trabajo. El Barón Eduardo (Jean-Hughes Anglade) se encuentra después de 20 años con el amor de su juventud, Carlota (Isabelle Huppert), deciden casarse y vivir tranquilos en la Toscana. Todo transcurre con normalidad hasta que Eduardo decide invitar a un amigo arquitecto (Fabrizio Bentivoglio), para reestructurar la finca. Al trió se une la joven hija adoptiva de Carlota, (Marie Gillain). Es entonces cuando Cupido comienza su juego...
Nadie esta a salvo de enamorarse.
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