Hace unos dias tuvimos la suerte de ver una película sobre la pintora mas reconocida de Finlandia: Helene Schjerfbeck. El film dirigido por Antti Jokinen, transcurre entre los años 1915 y 1923, cuando ella ya vive en Hyvinkää cuidando de su anciana madre, mientras sigue experimentando con su pintura. El comerciante de arte Gösta Stenman y su amigo el escritor Einar Reuter, ambos fans de su trabajo, van a visitarla y la animan a exponer sus obras. Esta seria una sencilla sinopsis de Helene, pero para todos aquellos que nos dedicamos a esto de pintar, la peli es mucho mas. Es ver como
Helene, interpretada magistralmente por Laura Birn, se escudriña ante su espejo para autorretratarse con dureza. Es darte cuenta, una vez mas, que ser artista es una actividad a tiempo completo, que a veces hace que te olvides de que hay vida mas allá del cuadro, que a veces se te escapan las oportunidades porque estas tan inmerso en tu propio mundo, que eso tan fugaz como el momento perfecto se va en un suspiro y entonces cuando te das cuenta, hasta tu propia pasión por el arte se diluye, se marchita y ya todo te da igual. Y de repente, después de interminables días inertes, vuelve una pizca de color, algo que despierta de nuevo en ti y vuelves a lo tuyo, a tu arte.
Como decía Truman Capote "cuando Dios entrega un don, entrega al mismo tiempo un látigo, un látigo que sólo sirve para autoflagelarse"