A finales de invierno, vi la mágica cinta de Luchino Visconti "Noches blancas", basada en una novela de Dostoyevski. La magnífica fotografía en blanco y negro, sus escenarios decadentes y ruinosos, la música de Nino Rota y un genial Marcello Mastroianni que trata de conquistar a una desconsolada María Schell, son algunas de las claves de esta desgarradora y poética película que se alzó con el León de Plata en el festival de Venecia en 1957.
Loca escena de baile, con un desenfrenado Mastroianni.
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