Por algún extraño motivo suele sucederme que cuando estoy dibujando algún retrato, el personaje o su gesto tiene que ver con mi estado emocional o algo que esta sucediendo afuera. En este caso deciros que empece este retrato casi al mismo tiempo que brotaba el coronavirus en China. Entonces no me percate de tal cosa, solo sabia que aquel modelo ambiguo me miraba continuamente desde una revista arrinconada en una esquina de mi habitación, pidiéndome ser el próximo candidato... Le acabe una semana después del comienzo de nuestro confinamiento, justo cuando en algunos países se empezaron a dar casos de racismo por esta causa. Sinceramente no creo que ese sea el comportamiento a seguir, lo importante es colaborar y tratar de mantenernos sanos. El confinamiento es complicado porque la mayoría esta acostumbrada a vivir y consumir a un ritmo frenético. Algunos llevamos años ralentizados, nuestras enfermedades crónicas nos limitan y hemos tenido que aprender a vivir a otro ritmo. No es fácil, pero sino queremos contagiarnos tenemos que seguir unas normas, de lo contrario esto puede durar más. Ahora que tenéis tiempo, reflexionar sobre lo verdaderamente importante, es el momento.
La ambigüedad del modelo oriental Taemin Park llamo mi atención desde el primer momento.
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